8 ago 2009

Anarcoindependentismo: La facción más desconocida del movimiento libertario

Cada nación, grande o pequeña, tiene el derecho indiscutible a ser ella misma, a vivir acorde con su propia naturaleza. Este derecho es solamente el corolario del principio general de libertad". Ésta es la tesis que defendía en el siglo XIX el principal impulsor del anarquismo, Bakunin, y de la que surge el anarcoindependentismo, una corriente de este movimiento donde se conjugan las ideas independentistas con las anarquistas, y que se desarrolló en el siglo XX, en las nacionalidades europeas apostando por la liberación de los territorios y su autoorganización.



¿Pueden concordar las ideas independentistas y las anarquistas? ¿La liberación nacional y la individual son compatibles? ¿Para que una comunidad humana diferenciada sea libre necesita de un estado? A estas y otras preguntas intenta darles respuesta un sector del movimiento libertario conocido como anarcoindependentismo. Su incidencia en el anarquismo internacional es más bien minoritaria. Este pensamiento se desarrolló en grupos pequeños, surgidos siempre en distintas nacionalidades europeas.



Antecedentes



A pesar de la creencia generalizada de que esta es una teoría "moderna", sus antecedentes vienen de lejos. Un teórico del anarquismo como Bakunin (1814-1876), en su obra "Patria y Nacionalidad" decía cosas como: "La nacionalidad es un principio; es un hecho legitimado, como la individualidad. Cada nación, grande o pequeña, tiene el indiscutible derecho a ser ella misma, a vivir acordes con su propia naturaleza. Este derecho es solamente el corolario del principio general de libertad. (...) Un principio es el respeto que cada uno ha tener por los hechos naturales, sociales o reales. La nacionalidad, como la individualidad, es uno de esos hechos; y por eso la tenemos que respetar. Forzarla sería cometer un crimen; y (...) se convierte en un principio sagrado cada vez que es amenazada y forzada. Por eso, me siento simple y sinceramente el patriota de todas las patrias oprimidas".



Otro clásico del pensamiento libertario como Kropotkin también trató esta cuestión con un posicionamiento bien claro: "(...) En todos los sitios donde el hombre se rebela contra la opresión individual, económica, estática, religiosa y sobre todo nacional, nuestro deber es estar a su lado. (...) Me parece que en cada uno de estos movimientos de emancipación nacional nos aguarda una tarea importante: plantear el problema en sus aspectos económico y social, y esto al mismo tiempo que la lucha contra la opresión extranjera" (en una carta de 1897 sobre la "cuestión irlandesa").



Ya en el siglo XIX hubo participación libertaria en algunas luchas de liberación nacional, como las de Bosnia y Herzegovina, y fundamentalmente en la insurrección búlgara de 1876. Pero si de una experiencia de revolución social y liberación nacional hay que hablar, esa es la de Macedonia en 1903. Preparada en una docena de años, los libertarios se encargaron de la orientación, los objetivos y la acción armada. Cambiaron la táctica al atacar a les empresas de capital extranjero que mantenían al Imperio Otomano, en cuenta de las autoridades turcas, como se hacía hasta entonces. El levantamiento duró treinta días y, a pesar de su previsible derrota, pasó a la historia como la primera manifestación de una tentativa de liberación nacional y al mismo tiempo de emancipación social, de carácter libertario de hecho e influida por el pensamiento de Bakunin.



En la Revolución de 1917 en Ucrania, por sus características especiales y específicas, se dio un proceso muy particular donde confluyó el sentimiento nacional y la ideología anarquista. De esa época es la creación del Ejército Revolucionario Insurreccional de Ucrania (conocido como Ejército Negro por el color de las banderas que lo identificaban), formado por anarquistas y donde acabaron integrados grupos pequeños de nacionalistas. Su cabeza e ideólogo fue Néstor Majnó, que creía firmemente en los principios de autoorganización y federación de labradores y obreros ucranianos.



Más referentes posibles de este pensamiento podemos encontrarlos también en el escritor y político bretón Émile Masson, fundador en 1900 de la Federación Socialista de Bretaña y dos años después de la revista en lengua bretona Brug, de carácter socialista y libertario. Hizo también en esa línea el llamamiento por el que es conocido: "Bretones socialistas, hay que hablar a nuestros hermanos labradores en su lengua". Más tarde fue miembro del comité de redacción del periódico Breizh Dishual (Bretaña Libre), futuro órgano del incipiente movimiento nacionalista bretón, además de colaborar con la publicación La Bretagne Libertaire.



Otra conexión ente emancipación nacional y individual se dio en el pensamiento de uno de los nombres fundacionales del nacionalismo canario. Secundino Delgado (1867-1912). Emigrado a Cuba, se hizo seguidor del anarcosindicalismo y participa en la lucha contra España. Después tiene que exiliarse a Venezuela, donde funda el periódico El Guanche y propone la independencia de Canarias. De vuelta a las islas colabora con la anarcosindicalista Asociación Obrera de Canarias y funda más tarde las primeras organizaciones políticas nacionalistas, además de crear también la publicación Vacaguaré ("quiero morir", grito de resistencia guanche), donde escribe: "Mientras respire, voy a luchar por la autonomía de los pueblos y de los individuos cueste lo que cueste. (...) Todo por la libertad de los pueblos y de los hombres. (...) Como decía Bakunin, que al mismo tiempo que predicaba la gran revolución política, económica y social, no abandonaba las regiones conquistadas y sometidas a potencias extrañas".



Más adelantados en el tiempo están los vascos Félix Likiniano (1909-1983), militante anarquista muy destacado en la defensa de Donostia en la Guerra Civil y después en la lucha antifranquista, y Federico Krutwig (1921-1998) escritor y miembro de Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca), autor de obras como "Vasconia" o "La cuestión vasca". Cuestionaron los aspectos de la ideología nacionalista tradicional, proponiendo un nacionalismo vasco nuevo donde se diera una especie de fusión ente la izquierda abertzale y el anarquismo.



Ideología



El anarcoindependentismo propone lograr la liberación de un territorio determinado y la capacidad de este de autoorganizase sin necesidad de un gobierno centralizado, a través del federalismo libertario. Para sus seguidores el independentismo está implícito en el mismo anarquismo; esta propuesta, como libertaria que es, toma al individuo como base de la liberación social: la independencia surge del propio individuo. En ausencia de Estado y capital, el individuo se uniría a los organismos de base en los que, entre iguales y de manera autogestionaria, decide mediante democracia directa los asuntos que competen no solo a la producción, sino a todos los aspectos de la vida comunitaria. Estos organismos se vinculan libremente entre sí, lo que requiere primero que ellos también sean independientes. Eso justamente es el federalismo: la unión libre (lo que también implica separación libre), para que se produzca, es imprescindible que haya la posibilidad de decisión previa de las unidades que se juntan. En el pensamiento anarquista, la independencia es requisito para la autodeterminación que se ejerce con la autogestión. En este sentido, el anarcoindependentismo no rompe con las idees libertarias; todo lo contrario: se reafirma en ellas. Para él, nación no es igual a Estado, ni independentismo igual a nacionalismo.



Más que hablar de nacionalismo hacen referencia al término liberación nacional; para alcanzarlo emplean aspectos como la cultura o la lengua del territorio que quieren independizar que no estén en contradicción con las prácticas libertarias, como forma de unión popular y siguiendo un alineamiento internacionalista de hermandad con todos los pueblos del mundo, apoyándose en la multiculturalidad y rechazando de hecho el racialismo. Tanto los anarquistas como los independentistas no concibieron la liberación nacional fuera del estado. Esto llevó a los primeros a no asumir esta liberación por tener miedo a estar potenciando un estado nuevo, y a los segundos, a reivindicar este estado como única forma de liberación nacional. Acusados de "nacionalistas" por el sector mayoritario del anarquismo, éstos se defienden argumentando que lo mismo se podría decir de todos aquellos que sostienen como marco referencial de su actuación el estado-nación, sean estos comunistas, socialistas o libertarios. Es más, no asumir la liberación nacional, posponerla a una futura e hipotética destrucción del estado, significa convertirse en cómplice del estado en su objetivo de someter las comunidades nacionales.



Colectivos



Ahora hay en Europa algunos colectivos que se enmarcan dentro de esta corriente, unos formados por un número reducido de militantes, dedicados fundamentalmente a la teorización y a apoyar las luchas populares de sus países, y otros con una infraestructura mayor y una capacidad de operación propia mucho más grande. Entre éstos últimos está CBIL (Coordinadora Bretaña Independiente y Libertaria), que junta a grupos que actúan en las ciudades de ese país, y que nació de la voluntad de asociar las luchas libertarias con las de emancipación cultural y política de Bretaña. Son los responsables de la publicación del periódico trimestral Huchoèr (El portavoz), redactado en bretón, galó (la otra lengua autóctona del país) y francés.



En Cataluña vienen trabajando desde hace algún tiempo el colectivo Negres Tempestes, organizando actividades y publicando la revista de debate libertario La Rosa dels Vents; hace poco reeditaron una obra referencial dentro del anarcoindependentismo en la órbita 'española', "Anarquisme i Alliberament Nacional" (publicado por el grupo Ikària -ya desaparecido- en 1987).



En Sicilia los partidarios de esta tendencia se agrupan alrededor del periódico Sicilia Libertaria, que defiende la sicilianidad negada como nación por el estado italiano, y entienden que, allí, "la lucha contra el imperialismo y el capitalismo pasa inequívocamente por la potenciación de la autodeterminación y la independencia del pueblo siciliano".



En Canarias hay tradición anarcoindependentista desde hace bastante tiempo, con algunas agrupaciones a lo largo de la historia contemporánea. Esa tradición cristalizó en el libro colectivo "Independencia y Autogestión (escritos anarcoindependentistas)", que recoge trece textos del independentismo libertario a lo largo de veinte años.



Occitania Libertaria nació por oposición "al sectarismo y al racismo de los anarcojacobinos de Francia" y resume sus objetivos en cuatro puntos: la colectivización de los medios de producción y la reapropiación de las tierras occitanas colonizadas; el respeto y el esparcimiento de la identidad nacional occitana; el reconocimiento del Pueblo Occitano y de sus derechos nacionales, y el control por la comunidad nacional occitana del desarrollo económico, social y cultural.



Son nada más unos ejemplos, pero hay más esparcidos por el continente, en países como Euskal Herria (con un referente bien claro como fue el grupo Askatasuna, que en la década de los setenta editaba una revista del mismo nombre), Galiza, Escocia, Gales o Cerdeña (donde, en el año 1986, llegó a celebrarse una especie de Internacional Anarcoindependentista) hay grupos, publicaciones o iniciativas que van en este mismo sentido.

Anarquía y liberación nacional, dos conceptos que puede parecer, a priori, contrapuestos pero que no tienen por qué. Eso defiende esta corriente del movimiento libertario conocida como anarcoindependentismo, una tarea difícil de explicar viendo el rechazo que produce tanto en el independentismo de izquierda como en el anarquismo ortodoxo. De todas maneras, no esta de más, llegados a este punto y como conclusión, recordar unas palabras del psiquiatra y ensayista francés Frantz Fanon, estudioso (ente otros temas) de las consecuencias psicológicas de la colonización sobre el colonizado: "La conciencia nacional, que no es nacionalismo, es la única que puede darnos una dimensión internacional".



Xune Elipe



(Traducido al castellano por un militante de esta misma asamblea malagueña de Jaleo!!!)



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